El ojo es el órgano del sentido de la vista. Su constitución le capacita para captar y transmitir ondas electromagnéticas, pero es interesante conocer que sólo puede captar una selección dentro del amplio campo de estas ondas. Estas ondas «captables» por nuestro ojo son aquellas situadas entre los rayos ultravioletas y los infrarrojos.
La función ocular responde a una disposición fisiológica que comprende entre otros dos elementos anatómicos: los bastones y los conos. Unos y otros son pequeños corpúsculos situados en la retina que captan los estímulos ópticos. Los bastones son los encargados de la luminosidad y los conos de los estímulos del color. Para tener una idea de la precisión de estos receptores diremos que cada retina posee 130 millones de bastones y 7 millones de conos.
El análisis sensorial se realiza a través de los sentidos. Para este caso, es importante que los sentidos se encuentren bien desarrollados para emitir un resultado objetivo y no subjetivo. El análisis sensorial de los alimentos es un instrumento eficaz para el control de calidad y aceptabilidad de un alimento, ya que cuando ese alimento se quiere comercializar, debe cumplir los requisitos mínimos de higiene, inocuidad y calidad del producto, para que éste sea aceptado por el consumidor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario