La base del sentido auditivo es el órgano de la audición, el oído, al cual, en ningún caso, podemos considerar menos complicado que el ojo humano. El oído capta las vibraciones sonoras de nuestro alrededor y a través de los nervios las conduce hasta el centro auditivo del cerebro.
Por una parte puede percibir la diversidad de tonos, basada en la diferencia de frecuencia vibratoria, mientras que por otra es capaz de distinguir la intensidad de los distintos sonidos. Además, gracias al oído, somos capaces de distinguir entre tonos y ruidos. Los tonos constan de vibraciones simples y periódicas, mientras que los ruidos están formados por vibraciones complicadas y arrítmicas.
El análisis sensorial se realiza a través de los sentidos. Para este caso, es importante que los sentidos se encuentren bien desarrollados para emitir un resultado objetivo y no subjetivo. El análisis sensorial de los alimentos es un instrumento eficaz para el control de calidad y aceptabilidad de un alimento, ya que cuando ese alimento se quiere comercializar, debe cumplir los requisitos mínimos de higiene, inocuidad y calidad del producto, para que éste sea aceptado por el consumidor.
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